Síndrome coronario agudo: claves para optimizar el proceso asistencial

Para el Dr. José Ramón González-Juanatey, “tras los últimos dos años hay que concentrarse en la organización de los procesos asistenciales más prevalentes”.

Sin duda, los pacientes con síndrome coronario agudo con infarto necesitan una reorganización de los procesos asistenciales realizada desde dos perspectivas diferentes. La primera de ellas, evitar la pérdida de la continuidad asistencial tras el alta hospitalaria a través del desarrollo de estrategias que eviten dicha pérdida. La segunda es tomar la hospitalización como una oportunidad de intentar hacer lo máximo posible en la optimización diagnóstica y terapéutica durante la estancia en el hospital, como completar las pruebas diagnósticas y no esperar a hacerlo ambulatoriamente, y completar la optimización terapéutica y el control de los factores de riesgo. Esto pasa por pensar qué pacientes pueden ser candidatos para recibir un iPCSK9 durante la hospitalización o dejarlo programado en la continuidad asistencial, junto con la idea de optimizar la prevención durante la hospitalización.

Dentro de la no pérdida de continuidad asistencial hay que desarrollar una ruta con el médico de atención primaria y con enfermería para los pacientes tras un síndrome coronario agudo para lograr que cumplan las recomendaciones, idealmente dentro de un programa de rehabilitación cardiaca, y alcanzar los objetivos de control de diabetes, presión arterial y de lípidos. A su vez, se debe contar con indicadores de calidad con una orientación local que permitan medir en cada área para identificar oportunidades de mejora, ya que si no muchos pacientes se perderán en el sistema o volverán a sufrir un nuevo evento cardiovascular. Según el Dr. José Ramón González-Juanatey, “es crítica esta orientación local en la medida de indicadores de calidad que te digan lo bien que estás haciendo el proceso de un paciente que ha tenido un síndrome coronario agudo”.